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Los chicos hoy

Las redes sociales, los juegos on-line, las películas y series en línea, se han constituido en un gran pulpo que elimina a niños y adolescentes de la faz de la tierra, para transportarlos al “ciber espacio”. Los deja solos e inhábiles para caminar la vida con otros … no los mata, no los intoxica, los deja solos; sin relaciones profundas, sin fundamentos vitales, sin ganas de moverse, de caminar, de trabajar por lo que quieren. El tiempo que antes se invertía en comprender al amigo, ellos lo comprometen en captar seguidores, de vidas ficticias, que ellos mismos inventan, bastante parecidas a las de sus ídolos o por lo menos no cuestionables por ese mundo irreal en el que se mueven. Todo lo ven allí, todo lo conocen allí, de allí solo salen para hacer lo estrictamente necesario. Algunos estudian, otros ni siquiera eso; algunos se sientan al lado de otros para jugar PlayStation otros ni siquiera eso, solo se conectan a la hora determinada y encuentran a su compañero de juegos conectado, a veces lo conocen otras no, solo saben si es bueno o malo para jugar Play.

Mientras algunos padres luchan contra estas situaciones, otros disfrutan el tiempo libre que les deja ésta manía. Los que luchan, se encuentran (en soledad) viendo actitudes todavía no estudiadas por los psicólogos, emprenden batallas eternas poco comprendidas por sus pares, se enfrentan a la falta de empatía y a la negación.

Es difícil identificar cuándo la tecnología se utiliza como herramienta necesaria para la vida post-moderna (trabajos de la escuela, dibujar) y cuándo la vida está siendo cooptada por la misma tecnología. Los adolescentes pierden el límite entre la noche y el día; los padres caen rendidos a las once de la noche, después de un día muy largo, vuelven a caer ante el sutil límite de lo privado y por temor a invadir dejan que esos mundo vacíos crezcan. Que perfecta combinación, padres hiper ocupados; hijos entretenidos, silenciados, aproblemáticos (en la superficie), desprovistos, solos, en lo profundo.

Cuidemos a nuestros niños y adolescentes del agujero negro al que pueden caer por el uso excesivo de la tecnología.

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